Para los antiguos griegos los diamantes eran pedacitos de estrellas caídos sobre la Tierra. Hasta el siglo XV, solo los llevaban los reyes por su símbolo de tenacidad, coraje, fuerza y de invulnerabilidad.
Los orientales fueron los primeros en conocer esta gema.
Empezó siendo usado como talismán, los guerreros creían que los haría invencibles.
En los primeros siglos de nuestra era, los romanos llevaban los diamantes montados en anillos de oro. En los siglos XI y XII se comienza a utilizar el anillo de diamantes muy brutamente pulido y de solo una faceta.
La costumbre de entregar un anillo como símbolo de compromiso de casamiento, surge en el siglo XV, cuando el Archiduque Maximiliano de Austria le entrego uno a María de Borgoña.
Con el paso del tiempo se convirtió en el símbolo de la fidelidad y del amor por excelencia, por ello se conserva la tradición de regalar una joya condiamantes en el momento del compromiso.
La India fue el que dio al mundo el diamante más hermoso: Ko-i-nor (montaña de luz).
No hay comentarios:
Publicar un comentario